domingo, 15 de octubre de 2006

NERONE

CHUPA GAS

Estrellado, medio frío, pero sin mangas en la remera. Nos despejamos por ahí. Vueltas.

Preguntas de forwards de mala muerte, que nos sorprenden y enamoran más. Planeamos.

Pensamos en salir a buscar algo abrumador, impactante. Un par de opciones. Tachamos.

Lo abrumante está en el encierro del cuarto que ocupamos. Desde mi punto de vista: blanco.

Por no presionar, uno da demasiada libertad. Y vuelvo sola a casa. No entiendo bien que hago.

Me deshago del resto de las cosas. Casi choco contra un auto estacionado en el medio de la calle.

Bajo del auto de día. Tengo mi entrega en la caja en la mano derecha. Una ardilla sale de la tierra.

Me quita la entrega y vuelve a su guarida. Me asomo. Negro. Eco de mi voz. Corre en su túnel.

¿Y si me salta en la cara? Miro alrededor. Mi acompañante se fue. Pasas en tu chata roja con ella.

Irreversible. Entro. Voy a decir la verdad. Me robaron. Por las dudas no digo quien.

Se dice el pecado pero no el pecador, no?

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