domingo, 1 de octubre de 2006

Mansas

Veo mi cara a través de la puerta y presiento lo que debes pensar. Saliste del teatro con tanta paz. No te había visto. Ni siquiera te reconocí. Pero eras vos, tan cambiado. Tan despersonificado. Quien pudiera haber notado el parecido. ¿Será por eso el encanto?
Teatro. Actuaciones especiales. Brillo del príncipe que nos sigue sorprendiendo.Sábado a la noche, luna nublada y una sensación compartida. Lo que habrán generado los mansos en nosotras solo lo sabremos en un par de días. Mientras tanto, nos sabemos conmovidas.
Charlas en tu auto. Silencio, se acaban las palabras. Busquemos una disco que no nos permita hablar mas.Todas salen tan distintas y sin embargo con un mismo fin, me abrumaron. El placer de la soledad, de la compañía de esa persona especial, solamente.
Dejamos Mario Bravo y te vemos pasar. De madrugada, volverías a tu casa. “Llamados” señales, como sea. Me enamore. (fácil decirlo)
Entre una cosa y otra no quiero que me insistas, no lo voy a llamar. Quedo claro. Nunca te hago caso cuando estoy convencida. Lo que no quita que aprecie tu interés, y me ría por tus ocurrencias.
Como siempre, un placer. Buenas noches y que duermas bien.

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