"Me miraste fijo y me pediste perdón,
sin ninguna razón no quiero una explicación"
Y nos decimos cosas una y otra vez, o nos callamos para no arrepentirnos de lo que decimos pero sabemos aquello que guardamos.
Miraba por la ventilla hasta que pense que me iba a estrellar. Tranquilo todo en la ciudad, cuando se puede descansar. Pensaba en llegar y encontrarlas ahi, al sol, alabandolo aunque solo por un bien propio. Sentarnos a compartir el ritual, y descansar de nuestros rollos en los de la otra. Casi que la caja no funciona, y detenida entre otros advierto la imposibilidad de seguir camino. Me despejo, y en el espejo derecho el dueño de la calle acercandose, y asustandome con sus gritos. Ya basta , que se acaben los stop. Al llegar nada, desierto, que tampoco viene mal. Busco donde la había dejado, le doy andar, mientras la pava me chilla y me avisa que puedo merendar. Entre tanto me detengo. Te leo, y descubro que aquello que pensaba ayer también lo pensabas. Me alegro. Después te veo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario