martes, 17 de octubre de 2006

amanecer

Silencio. El valor me eriza la piel.
Plena elección. Plena entrega.
Todo lo que venía pensando se borra.
Entró en estado de trance. Alegría profunda.
Me salpican lágrimas.

Esbozo sonrisas inesperadas.
¿Para que postergar los sentimientos más profundos?
No cambian con el tiempo,
algunas atenúan, otros enfatizan.
Lo comparto, pero poco me entienden.
Siento en esa decisión:
una chispa compartida,
un SI único y admirable.

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