lunes, 31 de enero de 2011

por poco

por un poco de paz, o de dulzura, o de claridad mental, o de seguridad, mejor dicho. por muy poco damos mucho. o tal vez no estemos dando nada. sobreactuamos nuestras reacciónes y le buscamos el pelo al huevo. hoy, como hace tres años atrás. ¿a vos te parece que son las mismas preguntas? quizas es que ya ni me acuerdo por qué me puse a llorar ese dia en tu auto y te dije que estaba cansada de las fichas rojas y azules. tal vez me acuerdo muy bien, solamente, de que vos me dijiste: mira que lindo atardecer... lo tenes todo para ganar o perder. y c´est la vimos poulette.

domingo, 30 de enero de 2011

Me sobran los puntos. Porque mi pelo ya no es lo que era. Hoy el mundo me es imperceptible.
Una y otra vez los mismos errores. Pero me gustas así. Porque no tengo cosas mejores que hacer.
Porque no importa si sos astronauta o fotógrafo. Si sos abogado o explorador. Todos tenemos un amor,
que nos complica la vida. Ni graciosos ni lindos. No importa lo que derrocharon. Algo les vi, eso es lo indescifrable.
Es que algo tengo que hacer con mi vida, y no importa si es lo que mis padres han hecho. de ultima haré todo lo contrario.
Un día mas...

la pregunta del millon

porque no somos esos tipos que se dedican a su trabajo y no se preocupan por nada.

sábado, 29 de enero de 2011

si compartis no te hace mal

llegó embalado con su chiche nuevo. una bebida del siglo 20, con gusto a anis, que habia conseguido en una tabernita por saint paul. era medio verdosa, y espesa. "es la bebida de los artistas", me dijo, "probamos?". y dale, total, a mi no me va a hacer efecto. salvo por el teatro que aprendo viendo a mis compañeras en el pasillo de la facultad, yo de artista no tengo nada. nos sentamos al ladito del metro y no servimos una copita. "uaaj, asquerosa", me salió del alma. "bueno, ponele onda". onda es justamente lo que no tenia esa bebida horripilante. despues de media botella, ya estaba pasable. "viste", me dijo, "si compartis no te hace mal".

te veo verde

al final era mucho mas facil de lo que pensaba. unas tres o cuatro tazas de té hasta empezar a sentir que mi cabeza se va amoldando a la almohada (y no la almohada a mi cabeza). porque este té, por la noche, cuando no logro el sueño y estoy sola en el silencio de esta casa, me da la sensación de entender que es lo que me aterraba tanto. y no es precisamente el silencio. pero resulta, que cuando creo empezar a darme cuenta, me transformo en cien porciento coton y estoy tan suave y agradable que me quedo complace mi mente así como esta, y me agarra un ataque de egocentrismo, y entonces ahí nada mas me aterra porque, claramente, me quedé dormida.

a ella también se lo deben

le dieron un sobre papel madera, a4, cerrado y sin ninguna inscripción. un sobre comun y corriente, ordinario, del montón. le dijeron que lo había dejado un fulano, que lo abra una vez en el avión, que ahora tenia que saludar a todos. la llevaron a una sala, llena de gente y le hablaron de la necesidad de convicciones, de valores sólidos, de paciencia, y sobre todo de perseverancia. le dijeron todo eso que uno no tiene ganas de escuchar, menos ahí, menos con una valija cargada hasta el tope, y donde el pasado pesa mas que el porvenir. sonrío amablemente, apretó manos y dijo adiós. la calle estaba casi vacía, encontró un taxi libre y lo tomó. un día como tantos otros, una mente bien cargada, una agenda casi completa y unas cuantas tazas de café encima. llego al aeropuerto, buscó la puerta de embarque y se sentó en el bar de enfrente. pidió una corona, eran casi las 6. buscó su teléfono en la cartera, 8 llamadas perdidas y un mensaje de texto. 6.20 empezaba el embarque. apagó el celular y abrió el sobre. una foto blanco y negro al borde del rio en el puerto de flores. una dedicatoria amorosa, sonrió. pagó, espero el ticket y armó el ultimo cigarrillo antes de embarcar.

diferente a todo

un esquema, lindo o feo, mocho, pero divertido. con flechas que van para todos lados, con miradas que se cruzan y sonrien pero uno no sabe por qué. un diagrama, lo que se traslada de la cabeza al papel, de mi cabeza, y de la tuya otro distinto. una buena ensalada rusa, como dice mi madre, de recuerdos. que hice? nada que se pueda ordenar ahora, el pasado es pasado y ni años de terapia van a narrarlo como en verdad fueron. eso si, de lo unico que estoy muy segura es que odio tu corte de pelo, siempre lo odie. y gracias a la escuela de frankfurt puedo decirte que eso no lo inventé.

viernes, 28 de enero de 2011

Mersa y cursi

"Todos en el mundo somos grasa..."
Me gustas vos, asi cuando no me decis nada.
Cuando me decis la mitad de lo que quiero saber.
Cuando me hablas de los signos, pero no entendes.
Casi que me gustas mas que el rock.

Cuando no me explicas nada, me vuelvo loca.
Porque sos todo lo quiero y no me das.
Me gusta no tener todo bajo control.
Casi que me gusta que me controles.

Me gusta que me gustes mucho.
"No puedo disimular"
Y si tengo que señalar de lo que tengo ahora que es lo que mas me gusta,
sos vos... claramente...

martes, 25 de enero de 2011

irritacion

descanso mis ojos para que no se irriten, porque cada dia temen despertarse e imaginar un mundo que no esta ahi. la continuidad del ocaso se dibuja en ellos como el augurio de una ilusion que nace desde dentro y se diluye al tomar contacto con el exterior. duelen y estan cansados. soportan horas de vigilia y no se quejan. hasta hoy. la paciencia se acaba pero el tiempo todavia no.

domingo, 23 de enero de 2011

acido

claramente, la noticia te la cuento yo, y te quedes mudo. y asi nos miramos. sin hablarnos un largo rato. y me alejo un poquitito de tu lado. pero vos nunca me viniste a buscar.

sábado, 22 de enero de 2011

Amo este tema.- dijo Cata.
Cota no podía consigo. Tres cerveza en media hora es mucho.
-Es que Santa Eulalia, esta más cerca mío que Notre Dame, pero no quiero ser una desagradecida.
Cota se ríe, y asiente. Es que no hace falta la inmensidad para descubrir lo pequeño que esta dentro de uno.

belverdera

te traduzco una sonrisa. miedo, verguenza, alegria, maldad, enojo, tristeza, ansiedad, desconcierto, amor, dulzura, felicidad, compasión, soledad.

qui hachemo

Te subiste a un tren que no era, ya te lo habían avisado. Armaste la valija como para meses, y te llevó años desarmarla. Te pintaste un cuadro que no era. Inventaste una regla que no sirve. Te armaste una historia rebuscada para entendidos que no cazan una. Te comiste el tomate podrido. Te tragaste el sabor amargo. Te equivocaste fiero. Te perdiste en el laberinto de emociones ajenas. Oh la la la pifiaste jodido. Y te metiste hasta el fondo, ahí donde solo vos podías sacarte. Todo para probarte, para probarlos, para ver en realidad hasta donde podías llegar. Y ya todos lo sabíamos: muy lejos. Pero ahora como vas a hacer para volver. Como haces para darte cuenta que tren es el que te deja, y peor aún: donde te tiene que dejar.

mentiritas

la inspiración llega en esos ratos en que uno vacía la cabeza y se pone a ordenar los pensamientos. cada uno es una historia, con mil finales, mil descenlaces, mil comienzos. pero yo hoy hablo de mi, y mañana también. me complazco en mis delirios. me desconecto, me encierro, me hundo, me abro en lo profundo y claro, estoy sola. un mar agitado y revuelto, aunque en realidad no tanto.

una vez mas

no se si alguien podría enumerar las razones, o elegir solo una, y no arrepentirse después... saber el por qué de la elección, una elección inmutable. eso era lo que yo buscaba. "si no queres que te mienta, no me hagas preguntas", me dijiste. esa vez supe lo que me enamoraba de vos: la capacidad de armar tu personaje y jugar con él. tu personaje y el mio, si queres. el de los dos, como el de todos, para cada uno. a mi me gustaba ese personaje. y sabía que no eras vos mismo. estabas seguro de que ibas a ganar esa mano. pero, en realidad, fui yo que la perdí.

He visto una luz

Todas las características de un personaje de Rossellini. Las tengo todas; pero no de su filmografía neorrealista, no. Soy la Ingrid Bergman de sus fracasos. Soy el escándalo. Pero si la repetición del choque no me permite reponerme, es sólo para la revelación. La que se me ha dado ahora, después de tanta lágrima. Soy la confrontación. En Bélgica o en Holanda, en España o en Francia, no soy lo mismo. Soy la heterogeneidad, que se enfrenta a la construcción del personaje clásico.

martes, 18 de enero de 2011

te cuento una historia?

Estamos sentados: vos de frente a la barra y yo de espaldas. Mesa de dos, y nos queda chica. La puerta de entrada (o salida) atrás a mi derecha, pero lejos. Como a tres mesas al lado nuestro (a tu derecha) una pareja, sentada en mesa de cuatro, pero no enfrentados, ni al lado, sino en diagonal (remarcaste). Son las doce menos cuarto de una noche de jueves en un barrio del corazon de Paris, o por ahí. El, de unos 70, con un expresso y un vaso de agua. Ella, de unos 50 con una media pinta. Ella lo mira fijo a los ojos, su menton apoyado en la mano derecha (remarqué), y levantaba las cejas cada tanto. El concentrado, sobre su café. Como eran un poco mayores para ese bar, pero sobre todo, como para la primera cita somos demasiado niños, jugamos un rato. Para mi, dos desconocidos. Ella habia elegido su lugar al azar, y habia pedido una cerveza que la despejara después de un día largo, aunque sin mucho contenido. Lo miraba como si lo conociera, seguro le hacía acordar a alguien. Para vos, una pareja de años. Una relacion desgastada con el tiempo, tanto que se notaba en sus bebidas. Ella, sin embargo, no se había animado a pedir una pinta, la seleccion de su pareja la había hecho perder coraje. Casi ni hablaban. Nos acordamos de esas parejas que uno ve en los restaurants que miran fijo el plato de comida. Ella mira el reloj, él pide la cuenta, se van. Ella lo toma del brazo y caminan (a buscar el auto, dije; hasta el metro, dijiste). Entra un señor con baston, de unos 70 también y pide una media pinta. Ahí esta, dije, el viejo que habia venido a buscar la señora (qué buscaría sino un espejo?). No, me replicaste. Ella esta bien con el del café. El tipo la quiere. Pero, por que esa señora va a estar con un tipo que pide un expresso un jueves a la noche? Le coeur a des raisones que la raison ne connais pas, contestaste, y yo asentí. Cada loco con su tema, o mejor, cada quien proyecta su propia historia. Y nos reímos...

el amor a la vuelta de la esquina

Con el tiempo es mejor... te deje, sin dudarlo, pensando que no eras nada bueno para mi. Y ahora es obvio que te comparo con las otras, que sos el punto de inicio. Y sos perfecta, con todos tus desastres, sos perfecta Buenos Aires. Extraño tus suelos vividos, y el perfume de tu gente. Por que no hace falta irse tan lejos para tener lo que uno quiere. Y todo lo que quiero, lo tenes vos.

jueves, 13 de enero de 2011

tomarse el tiempo

no me digas que no lo sentis, que no importa que sea asi. pedime perdon, en la cara. como si de verdad entendieras.

miércoles, 5 de enero de 2011

bonanova

esa tarde en el jardin, de espaldas a la casa, cuando me dijiste que sea paciente, que confie, porque estabas seguro de que algo iba a suceder, porque vos me prometias que iba a poder ser feliz, te miré desconfiada, con esa cara de culo que tanto me caracteriza cuando me sorprende la respuesta y no me deja seguir quejandome: una seja levantada, la otra agudizando el negro de mis pupilas.
¿como alguien puede prometerme una cosa asi? no creo, te contesté. pero ojala tengas razon.
una charla como un manto de esperanza. nada de enmarañarse en sentimientos, nada de romper todo.
una paz infinita en tu abrazo, que es unico, y a la vez como tantos.
me pregunto donde estaras hoy, donde podré encontrarte o en quien te puedo encontrar. solo para descanzar unos minutos, para meter la cabeza en agua fria y el corazon sobre una almohada. para decirte, que tenias razon y que necesito que me lo digas de nuevo.
este mundo nuevo, este cambio de perspectiva, esta revolucion interior, deja en evidencia que necesito un buen ajuste de tuercas. brindo por mi mecanico, él si que la tiene re clara.

el diario no intimo de una piba

No es tan fácil estar sola en la cocina, tirada en el suelo. Por suerte estoy tomando mate. Son las siete de la mañana en la ciudad de París, y el frío me congela la cara. Ayer soñé con todos mis muertos, y hoy también, y seguro me pase mañana de nuevo. En el sueño me cuidan, y así los hago presente. Cuando los miro en fotos, pienso, una vez más, en lo que le pasó a Barthes con la foto de su madre."La fotografía (...) repite mecánicamente lo que nunca más podrá repetirse existencialmente." Así es. En mi cabeza se repiten los recuerdos. Cierro los ojos y estoy con mi hermano, cantando, en mi auto, riendo como dos locos felices. Sólo en mi cabeza.
Ayer con Ester, terminamos en el depósito de trenes, y un chino nos aviso que no pasaba nada. Ester puso cara de susto y después descubrió que teníamos una anécdota más. Me hace feliz verla tan radiante (como Nueva York, ja).
Es la primera vez que escribo como si tuviese un diario íntimo. No recuerdo haberlo hecho antes. Cuando tenia 7 años, tenía un diario íntimo, y si estaba de vacaciones le contaba que hacia, quienes eran mis nuevos amigos, cuantos tickets había ganado en las maquinitas y porque juguete nuevo pensaba cambiarlos.
Y vamos dejando París. No creo que vuelva a esta ciudad. Espero haberla visto lo suficiente para recordarla, no importa Celu sacó 2050 fotos, en lo que va hasta hoy. Arrivederci...

martes, 4 de enero de 2011

para amanecer el año con Ester

Te hace falta una tarta de fresa. Yo estoy tapiada, sin ni siquiera empezar. Me detuve ya en tu puerta, pero no temblé, era tarde para pensar si hacia bien o mal en estar ahí. Cambié la estación, los trenes, mi rumbo. Porque ya tenía otra casa, una nueva, toda mía, y las habitaciones de hotel ya no me quedaban cómodas. Sin presiones, sin sombras. Una terraza que desde siempre me esperaba que en primavera me recuerda tu otoño, y que en este invierno te veo otro. Como si esta vez fuera distinto, porque te hablo como siempre quise hablarte, como soy yo. Desde un costado, desde este costado que guardo para mí, no para vos. Porque ahora podes escuchar, porque ya no tenes los mismos miedos, porque estas pensando que algún día intuiste lo que te podía decir.
Tengo que decirte algo. En realidad creo que si lo sé, que estoy segura. Ya no quiero tarta de limón, prefiero la frutilla, y en invierno nadie la consigue. Si saltas, no salto. Me gusta decirte que no. Porque en tu cara hay sospecha, y hay duda, pero sobre vos, no sobre mi. Pero hace rato que no te tenía tan cerca.
Hay días para agotarse de pensar, pero no hay modo de dejar de hacerlo. Voy a soltarte para no ser libre. A dejarte pasar para verte correr.
Cuando te soltaste el pelo me di cuenta que no tenias ganas de escucharme más. No te reconozco la voz, y me es más fácil agradecerte que reclamarte. Lejos te quiero cerca, y cerca me enfermo. Cuidame de mi, y no dejes que me de cuenta. Con la mirada, siguiendo los pasos, como cuidándome de lejos, para no hacerme más daño del que yo puedo hacerte, sin querer pero queriendo, dejándome las manos como esposas que no te pueden tocar.
La inspiración ya no es amiga, sino engaño y en su goce me agoto. Porque a veces la imitación asume que se llega a ciertos caminos, que no siempre concuerdan con los de uno. Y yo giro como un trompo, y vos también. En la calle, en la foto, en el cuarto de enfrente, en el aire, te siento en el aire. Y de pronto cual paracaidista caíste en mi mundo que es en un enriedo que yo misma me dedique a adornar de risas para no perderme en el. Y te gusto tanto, que lo hiciste tuyo y yo me tuve que mudar. Porque hacerse los locos es fácil, pero serlos es lo complicado. Aunque casi pareciera que son sinónimos.
Y en tu casa me das el lujo de dejarme llorar. Niña las pelotas. Y tu papá también. Como cuando caminábamos para llegar a la esquina de un barrio ajeno. Y encontrar en esa historia el proyecto sin fracaso. Para contar tu mundo y el mío mezclados, que un día ya no tuvo nada que decir. Porque el país de tus ideas siempre me resulto de maravillas. Te encontré sentado en esa mesa, de espaldas a la ventana y como no me viste te fui a buscar. Para contarte que yo ya había cambiado. Y era la misma, que repite siempre el mismo sueño que ya me llevo a la decepción. Te pregunte por vos, pero no me contestaste. Es que nunca me dio todo igual, y ahora menos. Estamos varadas, porque apuradas no llegamos a ningún lado. En tu ciudad te encuentro plena, como en el arenero del jardín. Entre tanta estética, no te puedo encontrar, y se que hay algo ahí casi escondido, que se parece demasiado a mí. Me intriga. Si me dieras un rato para sacarte la ficha. Pero yo prefiero ser Bergman, y vos te remontas al principio, a mi no me hace falta.
Y así te pongo contra la pared, para que te congeles y así, yo te puedo mirar hasta que me canse. Pero la verdad, ni tengo ganas. Sinceridad a pleno, mi mejor carta de truco cuando jugamos chinchón. Es que en el medio de tanto experimento, no sos parte de mi laboratorio, y me da pena haberte conocido así. No me parece que no estes aca, ahora. No me parece que te quedes ahí. Pero no me desarma tu egoísmo. Es como cuando te pido una tarta de fresa. Te la traiga yo, y te la comas vos. Empecemos por no en-pe(n)sar. Empecemos por algo. Un día te vi y me encantaste, un día te odié, y pensé que era mejor estar lejos. Amarte a distancia es un lujo puro, porque me deshago de toda posesión. Total, yo te amo y vos sabes que estoy acá. Lejos. Pero si gritas te escucho. Un sorbo de vino, y descubro que estás ahí, más cerca de lo que imagino. Felix año.