sábado, 28 de febrero de 2009

viernes, 20 de febrero de 2009

guantanamero

regalas lo que ya no te hace falta.

desenmascaro tu orgullo y me desvisto con cuidado.
te manchas sin prisa


un diccionario hebreo-español, para la manada.

que silencio cuando te haces el dormido para que te mire, una y otra vez.
Ella accedió a terminar el plato de comida. Mejor tragarse toda la basura que le provocaba ese tipo. En el estómago un ardor. No era ni su padre, ni su abuelo, mucho menos su marido. Era un desagradable bigotudo que le dejaba marcados los dientes en sus senos. Que la vendía al resto de los hombrecitos del vecindario para que los haga gozar. La lluvia golpeando el techo de chapa del patio le daba paz. Una noche de lluvia sabía que se escaparía. El gordo bigotudo no iba a salir bajo lluvia a buscarla, y al día siguiente nadie sabría ya de ella. Esa noche después de terminar el plato de fideos pegoteados sin sal ni aceite, apenas con un gusto a lavandina, pues el agua sin ella era imposible de usar, se dirigió a su habitación debía vestir las ligas y el sombrero con plumas. Un pequeño debutante llegaría esa noche, seguramente ansioso y excitado. Ella se desparramo en la cama, apenas una luz rojiza le permitía ver la puerta. Entró un pequeño niño de no más de diez. La miró, atento la miro. No se lo veía ni excitado ni ansioso, tenía medio cuerpo fuera de la habitación, con intenciones de salir corriendo. Volteaba la cabeza al pasillo, como campaneando la llegada del enemigo y volvía la mirada sobre la joven. Ella le sugirió entrar hasta que él abrió la boca.
- Dale Beatriz, soy Patricio, no te acordas de mi, mamá nos espera.
Beatriz se sentó para poder respirar, se tomaba con una mano la garganta, y con la otra se golpeaba el pecho. Después de unos segundos insinuó una sonrisa, se calzó sus botas viejas y descocidas, una bata, y tomando a Patricio de la mano, salió del encierro. Corrieron bajo la lluvia, de una noche húmeda de febrero, sobre los adoquines de un barrio oscuro de Buenos Aires.

miércoles, 18 de febrero de 2009

La verdad es que he podido resolver muy bien tu distancia. No he tenido fobias o la necesidad del encierro, no he subido de peso ni he intentando ningún tipo de suicidio. Por el contrario, pensé, escuché, leí, miré, crecí, sí crecí tanto que casi no cabe en mi la idea de quien era cuando te conocí. A quién se le ocurre que un ultraderechista podía enamorarse de una gitana. Quizás en algún celuloide, alguien haya relatado esa historia. Pero no había manera de que se sucediese entre nosotros. Bajo el pañuelo, río, canto, bailo, me despierto feliz. Lo único que no pude dejar de vos, es leer tus palabras alguna mañana de fin de mes, cómo si estuviese atenta a tu redacción mensual, casi como si me llegase el diario a la puerta y estuviese tu texto ahí para que lo lea. Sonrío cuando te leo, pienso en enviarte palabras, pero me las guardo, no tienen razón de ser conocidas, me complazco con tus relatos, todo fue así para llegar a donde llegamos.

sábado, 14 de febrero de 2009

Los hombres casados

-Él me mira, y yo le sostengo la mirada. Me mira a mí entre todas. Y se explaya en lo que sabe mientras me mira. Yo lo observo, lo ojeo, lo examino, hasta lo acecho. Él me mira. Sabe que en todo grupo hay una neurótica obsesiva, y que yo bien cumplo ese rol... Diviso todos sus movimientos, en él encuentro esos rasgos de... que se yo... de tipo grande, de... si de M.R. Ya sé que no se parecen en nada. Es la proyección del ideal sabiondo que me protege y me explica.
Una charla deformada de verano de mujeres con complejo de Elektra... buscando padres, digo hombres que encima de serlo son casados...

lunes, 9 de febrero de 2009

"Seria Miseria"

Hora cero. Baja las escaleras hacia el sótano más milonguero de la ciudad. Las medias de nylon le sostienen bien las carnes. El olor a tabaco le genera deseos de fumar, aunque sus pulmones no lo toleren. La noche anterior Luis, ese que se sometió a su soberbia por meses, cerró de un portazo dejándola sola. Entre escalón y escalón empieza a revolear su mirada recorriendo otros ojos que le sigan el juego. Sabe bien que unos cuantos la esperan deseosos. Ella relata la misma historieta a cada tipo que le hace de amante. Siempre el mismo cuento, a los que se le enamoran, ella no los puede soportar, los menosprecia a toda a voz. Ante alguno que le viene con sentimentalismos, ella se agacha, y lo calla de placer. Prefiere sólo escuchar gemidos. Las noches de luna menguante, sin dudas, y al ritmo del bandoneón, baila con cuanto malevo la arrebata a la pista. Sabe que se la llevarán algún cuarto de mala muerte. Pero prefiere desayunar sola en su casa.

sábado, 7 de febrero de 2009

Re-cuperar. Mientras sólo duermo, penetra en mí la idea de perdida. Descifrando el marco de una relación endemoniada. El brillo de la ciudad reflejada en un vidrio, enceguece mis ojos. Un engaño en secreto, para llegar a detenerme y sentirme miserable. La ansiedad no me deja esperar. Saldré a documentarme en otros, porque no encuentro mi definición. Encantar al mundo para vivir desencantado.
I really care a lot, although I look like I do not

jueves, 5 de febrero de 2009

Te conocí preocupado, y cuando te perdí el rostro llevabas la cabeza gacha. El hielo no se mantiene si sólo está fresco. Despreciaba tus infantilismos, pero ahora acepto cada chiquilanada. Opté por no seguirte. Estaba aturdida. Vuelan hojas de un libro escrito para desordenarlo. Acepte el papel de Maga, parecía mi mejor escenario. Y aunque me queda lejos, y aunque ya me es ajeno, aunque no te extrañe, ¿que hubiese pasado de haber seguido tus pasos?
...por haberte recordado después de tanto... que estes bien!

martes, 3 de febrero de 2009

abreviandome

Frenando a milímetros del choque. Intenso el sabor de lo convidado.
Un café en la esquina de mi vida, para contemplar lo que me es ocultado.
Compartime la idea de hacerme mejor.
Un destino sin escalas para hacer más rápido o escalón por escalón para llegar cansado.