Corro y me hace bien. Verte llegar, transpirado.
Cena familiar. Cada día más sacada de contexto.- Debía haber ido a Recoleta, pero no lo hice. Mis pájaros cantaban tan bonito que por qué iba a dejarlos.
Sobremesa que duró hasta las 7 de la tarde. Amistad que desconcentra pero grita que ahí está.
Por la noche me doy cuenta que soy nueva. Me inmiscuyo en una esencia para cualquiera y me hago un referente tardío, pero referente al fin.
En otro lugar se comparte una fiesta. Antro que en otro momento te hubiera gustado. Palabras que me complacen hasta cierto punto.
La noche cae y el domingo nostálgico de nuevo. Espero no haberte sido infiel.
Prendiendo luces un amigo, viejo compañero me saluda, sosteniendo la mano de su amiga. Sonrío. Cada uno tiene su lugar.
Me encantaría no sentirme tan autosuficiente. Bajar las aparentes barreras. Pero mi mundo no conoce otro río. Me dejo ser. En mi. Sola.
Suena una vieja canción. Recuerdo esa noche. Pudo haber provocado que rodara una lágrima por mi mejilla. Que triste terminar algo que costó tanto construir. Fracaso. El dolor de mi abuela hace que me calle. No tengo por qué ser tan cruel con los que amo.
Entra G. Lo escucho caminando por el pasillo. Que me hizo pensar alguna vez que podíamos. Pensé que podíamos. Pensé. Pensé.
Lunes de mañana. Mañana de lunes que me invita a una nueva semana. Octubre, que feo mes. Hoy, empresa, Puan, Alcorta y Alianza Francesa.
¿Cómo será verte hoy?¿Ver-me hoy en vos?
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