ya nunca mas quisieron decirse que el mal que se hacian no era culpa de ellos. desde la puerta de la cocina él la mira prepararse un té. e sejo fruncido de ella puede esperar. pero él no puede trasladarle sus pensamientos.
claridad en el ambiente. para que los ecos escondan lo que en verdad paso, no hizo falta mas que sugerirlo. en Mayorca hablaban diferente. dos atomos hacen contacto y el te que sabe a fratillas secas. caldo primordial en la habitacion, silencio eterno.
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