martes, 16 de septiembre de 2008

Expresión de agobio, no puedo tolerar el determinismo. La madrugada me arruino el humor. El fastidio que se singnifica en frío, me congela los pies. El reloj me aturde, el zumbido de la noche me desespera. No hay melodía alguna que tape la ausencia. La ingenuidad de creer en mis neuróticos confidentes. Única dirección: en picada. Es por eso que mi percepción del tiempo a futuro siempre es a corto plazo. Aprendí a no potenciarlo, rellenándolo de vagas expresiones de deseo, que pueden desaparecer en pocas horas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nada más amado que una ausencia