Dejando que mis uñas crezcan. me marco la piel a rasguños. Cuando mi vida privada se condiciona, no puedo dejar de fumar. Soñé me llamaba mi amiga, ya había ganado todos los votos, ella sería presidente algún día. La crisis de un año que arrasa llevándose todo de mí. Me mantengo impecable, peinada de peluquería, no hay viento del desierto que me quite las ganas. La carne salpica el blanco de tu cocina, lo tiñe de rojo para ocultarte la luz. Un infeliz creyó ser el sol de todos, ahora yo sólo siento ser: una hormiga colorada.
No soy todo lo que te molesta; aunque menos soy lo que te agrada.
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