- Te lo dijo, te lo dijo mil veces. Ahora te lo dicen ellas.- Ya está, con una mente matemática es imposible. Tu cabeza como una cuadriculada número tres. Cuántas veces más necesitas escucharlo. Pretá atención a"El grito", ese mismo te lo dice. Como el diálogo incoherente frente a la avenida (dos palabras del sol, un bocinazo, una lluvia, la duda de la hora, una risa desconcertante, un llamado secreto). Lo que no explota en su momento se pudre por no explotar. La expresión del gesto sin sonido. El estruendo, la procesión dentro. Cuando te haces el eco de sus actos es insufrible; cuando hablas de más, es insoportable; cuando necesitas la mirada, todos te evitan. Cuando llegas tarde todo queda fuera de sincro.- Ella te lo dijo, no pudiste escucharla. Lo dijo, yo la escuché.
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