lunes, 22 de noviembre de 2010
un hijo
Caminé bajo la lluvia, ya se había acabado el día laboral en un feriado bien argentino, del que ni me había enterado. "La cara que pones cuando lo miras, te desvivís." Caminé y me mojé un poco, para sentir la frescura de las gotas que con el aire también fresco que corría me inundaban de noviembre en Buenos Aires. Una vez más. Entré y busqué en todos las tapas el impacto. Dos o tres preferencias. El amor a primera vista, y salí con mis dos títulos bajo el brazo. Anoche me fui diciendo "...y yo que quiero tener un hijo, y me canso tan fácil de este crío que lo tengo un ratito...". La madre, no hay como la madre, de qué hablamos cuando hablamos de madre... y lloró ahogada, como frenando que salgan mis órganos por los ojos. Y tan mía soy ahora, y tan tranquila y con tantas ganas de llegar conmigo, a leer, a escuchar, a escribir, a mirar, a leer de nuevo, y llorar, porque estoy yo, conmigo y me río.
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