1 pm. Abro los ojos y ahí está. Todo un suceso de eventos que, uno tras otro, hacen que mi cabeza estalle. Salí de casa temprano, compre un vino blanco para el aperitivo y me fui a la casa de mi amiga que me esperaba con la pasta yuta. El panorama de la noche, tranquilo. Ella me había dicho a la tarde que íbamos a tomar mucho y que después veíamos. Mi veíamos estaba bastante condicionado. Había recibido un mensaje del chico que me gusta, nos veíamos en bastilla. A eso de las diez le mando un mensaje para que me pase la dirección y me dijo que ya estaban ahí. Llegamos, era un boliche medio antro donde pasaban música electrónica. Me dijo que había omitido la parte de la música porque sino yo no habría querido ir. Claramente ignoraba que estaba ahí por él, no por el lugar. Tomamos unas cervezas, bailamos un rato.. .Mi amiga me dice que se va, yo me quedo con el en la puerta. Salen los demás, y dicen que se van. Todos. Menos yo. Que la siguen en su casa, pero que yo debía estar cansada, y que, además, ya estaba por dejar la ciudad, con lo cual, no valía la pena. Y me fui taconeando. Los dejé ahí, en su mundo, del cual no formo parte. Cansada de creer que puedo llegar a importarle a alguien. Cansada de esperar que vengan detrás mío a buscarme. Sola, en mitad de la bastilla, sin poder ni siquiera decirle mi dirección al taxi, porque además de que no me la acuerdo, si abría la boca me ponía a llorar. Un mensaje de él decía: gentil irse sin saludar. Me senté en un escalón a esperar que pase la tormenta interna. Cuando recuperé las fuerzas, me levanté y crucé la calle. Una chica me gritó…
viernes, 25 de febrero de 2011
Noche blanca
1 pm. Abro los ojos y ahí está. Todo un suceso de eventos que, uno tras otro, hacen que mi cabeza estalle. Salí de casa temprano, compre un vino blanco para el aperitivo y me fui a la casa de mi amiga que me esperaba con la pasta yuta. El panorama de la noche, tranquilo. Ella me había dicho a la tarde que íbamos a tomar mucho y que después veíamos. Mi veíamos estaba bastante condicionado. Había recibido un mensaje del chico que me gusta, nos veíamos en bastilla. A eso de las diez le mando un mensaje para que me pase la dirección y me dijo que ya estaban ahí. Llegamos, era un boliche medio antro donde pasaban música electrónica. Me dijo que había omitido la parte de la música porque sino yo no habría querido ir. Claramente ignoraba que estaba ahí por él, no por el lugar. Tomamos unas cervezas, bailamos un rato.. .Mi amiga me dice que se va, yo me quedo con el en la puerta. Salen los demás, y dicen que se van. Todos. Menos yo. Que la siguen en su casa, pero que yo debía estar cansada, y que, además, ya estaba por dejar la ciudad, con lo cual, no valía la pena. Y me fui taconeando. Los dejé ahí, en su mundo, del cual no formo parte. Cansada de creer que puedo llegar a importarle a alguien. Cansada de esperar que vengan detrás mío a buscarme. Sola, en mitad de la bastilla, sin poder ni siquiera decirle mi dirección al taxi, porque además de que no me la acuerdo, si abría la boca me ponía a llorar. Un mensaje de él decía: gentil irse sin saludar. Me senté en un escalón a esperar que pase la tormenta interna. Cuando recuperé las fuerzas, me levanté y crucé la calle. Una chica me gritó…
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3 comentarios:
la escena la sacaste de una pelí???... pienso que si... y si fue realidad... mi frase es... pocos hombres quedan.... muy pocos...
lo que haces lo pagaras, ya lo se le dije mi amor... mejor hacer que pensar y pensar...
te pasa por histerica! alguna vez te iba a pasar!
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