acompaño a mi hija despierta en la madrugada. repasamos la historia del traje. los luises el enrique, años lejanos y dispares, no muy amenos para mí. la niña se cansa, se asusta, le sugiero relajarse: -te voy a leer un rato. Y leo mi libro de cabecera, como contándole un cuento a un infante y me escucha con sus ojos bien abiertos, y sonríe picaramente. suena el teléfono, y automáticamente cambia la escena. mi libro se cierra, la infante se vuelve mujer, se calza los zapatos en busca de su carroza en la puerta, nuevo destino el castillo del príncipe. una noche más intensa para cambiar la rutina empobrecida de la vida de la pequeña, que se cansa del día a día, del rubor y la familia. ya me despierto con mi hijo que me saluda contento. y pienso en la niña ya trabajando en su rutina de lino, lana y sentimiento.
1 comentario:
lino, lana y algodon, entre algodones me siento tratada por vos, como una madre cuida a su hijo, como se trata a la vajilla de la abuela para q no se casque con el primer rose... GRACIAS ROSE! por envolverme con tu manto de seda, con tu himation griego, tus mangas anchas de hopalanda, por cubrime con tu alto cuello medici y acariciarme con tus guantes perfumados. - historia del traje - historia de mujeres
agus
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