domingo, 19 de septiembre de 2010

Entonces te cruzo en un pasillo, y entiendo como pasó el tiempo para mí, y a vos te creció el pelo, pero te veo igual. Un poco cansado, un poco desanimado, pero siempre tuviste ese aire de relajo. Y entonces ahí sonrió y prefiero seguir leyendo, pero todo quiere que siga rememorando y se aparece aquel que nunca pudo ser. Y me sonríe pero no me mira, y se acerca, pero no tiene fuerza para mirarme. Y yo sonrió. Se que todos están bien, tienen en la piel un tono de cansancio más profundo, y mi cara no tiene la misma plenitud, pero sonrió.

No hay comentarios.: