lunes, 20 de septiembre de 2010

Entonces prefiero no tener ningún presentimiento. Mi sueño fue esclarecedor. Sé perfectamente la locura que se me ha generado. No me has ofrecido todo, pero te lo he aceptado. Me abstengo del pánico y de comparaciones. Salgo a fumar un cigarro y recuerdo tu cara. Camino lento y escucho tu música. Me ilusiona el sol desde la ventana. Y en tus ojos veo paz.

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