jueves, 11 de octubre de 2007

Martina

Destruiste las fotos, borraste el recuerdo, lo sacaste por fin de alli, de donde no te dejaba en paz,
de donde chupaba tu energía simulando que no había nada más lindo que eso: santo dolor.
Te metiste los lapices en la naríz hasta que te dolió. Ya no habia nada que escribir, nada que pensar,
nada que llorar. Creiste que lo que salia eran ideas, y que por eso perdiste el conocimiento,
te dejaste caer nublada, ansiando que el dolor fuera mejor que el vacio.

Como pretender que la historia y sus huellas no te ahoguen,
que las palabras ya no pinchen, no se claven en todo tu cuerpo
esperando que algun día todo cambie.
Como sacarle valor a lo perfecto de tu mente,
de tu puente, de tu amor.

Saliste como siempre, con esa mirada en busqueda, con un broche que sujeta tu pelo
y que aplasta las ideas para que el mundo no se de cuenta de todo lo que hay ahi dentro.
Temiste que las miradas vean más alla, que el vagón fumador haya sido clausurado,
que el viaje potencie la imaginación. Ya basta, nauseas.
Desborda la impotencia de este dolor.

Por vos, por mi, por las veces que sufriste y las que faltan. Por esta, en particular porque algún día todo termina.

2 comentarios:

rosaura dijo...

en el espejo... todos los colores

Unknown dijo...

"Martina:
Algunos escriben sus vidas, sus vivencias. Cosas que vieron o escucharon, o que les contaron de primera mano. Algunos escriben la historia, los rumores, las fantasías del cómo-hubiera-sido-si. Pero yo no puedo, Mar, yo no puedo. Yo sólo escribo lo que no me animo a vivir, lo que no me atrevo a pensar. Yo escribo sobre lo imposible.
Quiero llevarte a la playa, a la noche; quiero el crepitar de un fuego amigo junto a nosotros."

Besos.
A