jueves, 18 de octubre de 2007

down radical-

-Con el sombrero en la mano, Juan B Justo y Muñecas. Un torrencial de viento atormenta la tierra.
El rojo siempre te quedo mejor que el azul. Parecías desprevenido y tu mente llevaba calculado cada uno de los pasos que darías. Tu acento de extranjero era poco creíble aunque fuese verdadero. Los empleados de la estación de serivicio dudaron de vos cuando entraste con tu look ridículo. Pediste el paquete de malboro dieciseis, una coca de 250, y cuatro paquetes de yapas. Saliste contando el cambio de cien, lo guardaste hecho un bollo en el bolsillo de tu maletín muy trash, de un color marrón casi desvanecido, dónde llevabas tu cepillo de dientes verde y unas medias grises. Cruzaste la avenida, yo estaba enfrente. Había visto cada uno de tus movimientos.
Disimulaste, venías cantando Paint it black. Te pedi disculpas y si no me convidabas fuego. Me sonreiste, sabías muy bien que me habías seducido, que te tenía visto de varios lados. Simulaste no haberme visto en todo ese tiempo, no dudaste en que yo daría el primer paso. Con voz cálida me ofreciste fuego y unas yapas, me invistaste un vino en la avenida al 800. No pude negarme. Hicimos unas cuantas cuadras en una noche que había mejorado de pronto. Me contaste la mitad de tus días, me piropeaste, me prometiste historia. Dos tipos se nos cruzaron, nos gritaron, mientras apuntaban sus armas hacia nosotros. No teníamos nada para dar. Fue en ese momento dónde nos mandaron acá a esperar, que ahora Dios nos va a atender. No se vos, yo seguro me voy para la otro puerta.

1 comentario:

ester dijo...

m a r a v i l l o s o
.cada dia mejor marta. un placer.