martes, 23 de agosto de 2011

Escuchame genia...

-Mira yo te lo voy a decir así sin pelos en la lengua, me parece que sos insoportable.

Un silencio agudo deja la habitación lista para que pase un ángel.

-Qué opinas si te lo dice así? Igual para mi eso no te va a decir...

Clara saca otro caramelo de la bolsa de golosinas que compró en el kiosco.

-Estos caramelos de mierda no se porque me gustan tanto, se te pegan en los dientes, el papel se rompe todo, te pegoteas todos los dedos, pero son una adicción.- Clara no sabe bien que decir...

Cata se sopla las uñas recién pintadas, se mira en el espejo que está sobre la mesa, el espejo que te permite ver todos los poros profundamente.

-Es que todo lo que me diga que no sea "Quiero estar con vos" me va a parecer mal, absolutamente todo. Si es muy tierno, porque es un manipulador, si no dice nada porque no tiene pelotas, si me manda a la mierda es un violento...- revoleando las manos Cata busca posibilidades negativas.

-Es que hasta que no cambiemos de pensamiento no va a funcionar de otra manera hermana!- dice Clara como entendiendo el cosmos y abriendo otro palito de la selva.

- Ay! La puta madre!- Cata se corrió el esmalte de uña y dejo todo el mantel de hule pintado. - Siempre lo mismo, eso que me pinto las uñas desde los cinco años.

1 comentario:

Mariano Otamendi dijo...

le gustan porque siempre adivina la adivinanza del papel. Es claro como Clara