necesitaba ese viaje. necesitaba sentarme del lado del conductor, apoyarme entera sobre la ventanilla, mirar el paisaje y moverme una y otra vez. jugar con el espejo para donde se me cante. necesitaba pensar... queria seguir conociendome, empezar a gritar: por la ciclotimia con cara de compasion, por la mirada complice que le cuenta el secreto al viento. porque siempre vamos, pero hoy vinimos. y eso es agua y es mareo. y a veces es tambien veneno, ese veneno tuyo que es tan dulce y me duerme hasta que ya no siento nada, y me duermo sin quererlo, y ya comienza de nuevo mi viaje.
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