Pero todavía tengo que ir barriendo los papelitos que me dejaste tirados, los amigos de aquellos días, los cuadros que me regalaste, los regalos de cumpleaños. No tengo ganas de verte en ninguna foto, ni en un gesto, ni en una palabra. No soporto los recuerdos guardados en carpetas virtuales, ni buscar un mail y leerte en miles. No me cabe en la cabeza cómo lo anterior no es mentira, sólo es pasado.
Negación a la realidad, pero no te extraño, es que me revuelve las tripas tu mirada perdida y la decepción que me has generado.
Negación a la realidad, pero no te extraño, es que me revuelve las tripas tu mirada perdida y la decepción que me has generado.
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