-Sé reconocerlo. Lo imitamos en las fotos que nosotros inventamos. Pero lo vemos, porque de algún lado lo copiamos. Entonces, de pronto, siento que se vuelve demasiado burgués el amor. Pero, por favor, no te tomes el tiempo de discutírmelo, porque tirado en el piso de alfombra de un loft, limpiando tu mierda con el peor diario de la ciudad, tampoco conseguís mucho.- Le respondió Cata a su colega mientras intentaban respirar en una oficina llena de humo de cigarrillo.
- ¿Y si no hay mentira? ¿Y si esto es todo? - dijo Theo, su actual colega y su amor renegado, de una adolescencia que se estira y se estira.
Ambos mirándose en la foto, de una historia de dos seres que no son ellos en absoluto. -Miro la foto y no me veo en ella. Es una imagen ya ajena a mi, y a vos. Casi como la madre de Barthes en el invernadero, casi como Barthes transitando el camino de asimilar la muerte... Así con el dolor de indagar en ese papel, casi falso.
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