miércoles, 21 de mayo de 2008

tinta desparramada

De pronto la mujer debe con la palabra justa, austera, y paradojalmente pesada a la vez, inspirar todo el amor en ese hombre, pues de otra manera no logrará enamorarlo. Como si escribese esas palabras en su alma, con letra cursiva romántica de textos escritos en las bibliotecas de las abadías de mediados del siglo XIV. Esas palabras marcan al hombre; las mujeres que realmente enamoran a un hombre no permiten que ninguna otra escriba otra palabra en el mismo lugar. Nunca creí que exista un único en-amor en la vida. Pero lo que si creo es que hay quienes dejan monosílabas y quienes palabras mas largas, frases casi eternas, tomos completos, y podría insistir con esto. No todos nos dejamos fácilmente escribir el alma. Mucho menos aquellos a quienes les han dejado manchones de tinta negra, aunque es signo de que alguna vez se han dado la posibilidad de enamorarse.

1 comentario:

ester dijo...

como papel secante