martes, 27 de mayo de 2008

damage

Mientras subía las escaleras pensaba en lo lindo de conocer ese lugar que su futura mujer estaba preparando. Había encontrado la llave en el modular de la casa de sus padres, quienes colaboraban con la joven en los preparativos. Era casi una fantasía la relación que guardan sus padres con su prometida. Ella los conquistó el día que la presentó, y ellos la conquistaron con los meses, cuidándola como a una hija. Ella había perdido a su padre de niña, con apenas cinco años, y a su madre a los catorce. Había vivido con su abuela en el interior del país hasta los dieciocho años que se mudó a la Capital. Y ahí, él la había conocido por unos amigos en común. Ya hace siete años de su noviazgo. Gerónimo, es hijo único, se recibió de abogado como su madre. Su padre es Licenciado en Literatura, y logró que la novia de su hijo, amante de la lectura, se dedique a ese estudio también. Ella estaba preparando el futuro nido de amor. Gerónimo aún no lo conocía, sería una sorpresa. Pero se adelantó. Subía las escaleras, se detuvo frente a la puerta, no aguanta la emoción- el corazón le golpea el pecho, hasta causarle dolor. Abre la puerta con los ojos cerrados. Se escuchan golpes. Abre los ojos. En el medio de la habitación una cama matrimonial que golpea contra la pared. El cuerpo de su padre montando sobre su futura mujer. Gimiendo y gozando no detectan la presencia de Gerónimo, hasta que el pobre cae desplomado al suelo. Muere de un infarto. La madre de Gerónimo mata a su marido de un balazo en el pecho. Nunca nadie supo qué pasó con la futura esposa.

2 comentarios:

ester dijo...

gran novel gran

de las que mas disfruto en la rutina

Mariano Otamendi dijo...

jajajaajajajaja genial.