lunes, 5 de mayo de 2008

soy un cubo (no)mágico.

Fragmentada. Me podés leer de atrás para adelante. Soy como Rayuela, como un relato fántastico, elegís cómo seguir leyéndome. El problema soy yo que no se cómo leerme. Un cubo mágico desordenado. Camino en medias, el piso frío me invade, congela mi idea de instalarme a ver pasar el día. En los cincuenta de optimismo, estoy en pausa. Un flashback de no elección que mantuve bien durante semanas- ya no sirve (gracias) de nada. De pronto quiero ser Castaneda (que antiguedad para retomarla en estos veintiun años). Lo único que encuentro es un cinco de basto. No hay perro, no hay agua, no hay don juan que me enseñe. La claridad la ví hace nueve, pero se oscureció. La cocina de mi mamá tiene la culpa, vuelve todo negro.

1 comentario:

ester dijo...

no hay mas negro cumbiero que el que no quiere ver