lunes, 13 de febrero de 2012

Si pudiese contar en palabras la herida diría distancia. Empiezo a sentir el olor a otoño y lloro. Y cincuenta días antes me alejo de tu cuerpo para que no te toque de cerca mi herida. Tu silencio es oscuro y agudo. Busco caricias nuevas, y encuentro. Me someto a pensar que mejor aceptar la intuición de seguir camino. Aunque no la crea. Aunque me la impongan. Porque se que no es personal. Y odio no jugar hasta la ultima ficha. Pero ya somos grandes para apuestas. Mi promesa sigue viva. Y tu sonrisa me invade de a momentos. Tu idioma distinto al mío se me hacía tan amable. No me cierres la puerta con llave, porque cuando sueño seguro te paso a visitar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente!