jueves, 9 de febrero de 2012

Tu espíritu no se fue.

Papá, dame la mano. La vida del que transita el amor es corta. Mi hermano me canta al oído, me pide que guarde los pañuelos y agite las alas. Ganar el cielo es cosa de pocos. Las puertas de mi casa me llevan de un recuerdo a otro. El viento sopla fuerte pero no se lleva nada. Lo que esta grabado en la carne y no cicatriza, arde. Y la erupción de la herida en llanto, inunda mi cama. Voy a salir a buscarte en las primaveras del mundo.

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