miércoles, 1 de febrero de 2012

desvestirse

Empecé a empacar mentalmente. Especulé con los tiempos de armar cada caja, cada valija. Me senté en la punta de la cama, pensando en que sería lo único que me llevaría, aunque casi lo único que no podría llevar. Pensé en las necesidades que tendría en cada ciudad, y hurgué en los cajones para encontrar un cuaderno que me regaló él hace casi diez años. No estaba. Lo habría prestado seguramente. La lámina me la iba a llevar sin el vidrio, y los sombreros viajarían todos conmigo. La bolsa londinense la iba a usar para llevar las botas y los renglones escritos en el último tiempo los pensaba dejar para que no me aturdan. "Dejar de ser condescendiente". Eso estaba escrito en la pared frente a mi cama. Aunque abajo en letra minúscula decía "But be kind". Un largo camino por emprender, y en especial desprender. †

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