domingo, 19 de noviembre de 2006

De lo que no se puede hablar, hay que callar.-

Estuve intentando encontrar como explicar lo que me pasa. Días y noches buscando. Llego a la conclusión que la imaginación es lo que me mantiene viva. Quisiera poder creer, que las explicaciones que busco algún día las tendré. Pero haberme dado cuenta lo improbable que esto es, me asusta.
Añoro el tiempo en el que preguntaba con ojos ingenuos y creía. Si no me contentaba la respuesta, me tranquilizaba pensando que faltaba mucho por aprender y que algún día lo entendería.
Pero ¿que es entender?. Desde mi nuevo léxico, tratar sobre un asunto. Y eso si que se puede. Pero no es mi sentido de entender. Entonces me veo contraponiendo Mi sentido a todo lo demás, y es allí donde no encuentro respuesta. La actitud pasiva ya no tiene lugar aquí. Qué sencillo era, aunque superficial también.
Y si pensara que es posible que yo encuentre mi sentido, me frustro al darme cuenta que necesito también del de los demás.
Siempre habrá algo nuevo por lo que me interpele.
Saberme tan chiquita. Plenamente inocente y tan cambiable. Mi esencia, donde estará. La busco en tus ojos y vuelvo para darme cuenta que no me alcanza.
Es la poesía lo que me deja sobrevolar mi vida.
Problemas existenciales? Tiempo libre? Dicen que no todos pueden darse este lujo. Pero el lujo ¿es en realidad un lujo?
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.nadie entenderá lo que quise decir ahí.
Quiero creer, aún en mi incrédula vida, que alguien se animará a decirme que tiene ganas de descifrarme

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