sábado, 25 de febrero de 2012
viernes, 24 de febrero de 2012
tsunami de tintura
Hola. A vos te digo: ser rubia no garpa. Ser amistosa no garpa. La palmada en la cabeza tampoco garpa. Esperar que las cosas salgan bien, no garpa. Ser positiva, tirar para adelante, ponerle el pecho a las cagadas, la buena vibra, no garpa. El fen shui, las frases hechas, el tostado, las vacaciones en la playa, las unas color amarillo. No te hagas la guapa, conmigo perdes. Si si, a vos te digo: ser rubia no garpa.
martes, 21 de febrero de 2012
cartas de medio siglo después
Estacionó en el medio de la nada al costado de la ruta y apagó el auto, silencio. Después de dos horas de habernos gritado todo y con la música bien fuerte para que se notara menos que eran gritos. Las locuras hay que hacerlas en el momento justo con la persona indicada y no por capricho. Nos abrazamos fuerte. Muy fuerte como sólo dos o tres veces nos habíamos abrazado en los casi dos años de amor. Le pedí que me deje en Constitución que me tomaba el 86. Ya no quería depender de él. No me conformo con un rato de amor cariño, quiero una vida entera...
viernes, 17 de febrero de 2012
la maratón
Llegar más rápido a casa. Llegar rápido al trabajo. Salir temprano para la costa. Pisar a todos para estar primero en la fila. Como si llegar antes, como si llegar primero como si estar temprano garantizara algo, como si recibiésemos un premio como si nos dieran más minutos de vida. Y después, después estamos esperando que lleguen los demás...
jueves, 16 de febrero de 2012
uno frente al otro en la bañadera. los ojos clavados en los ojos. el agua les cubre el cuerpo. sus pies rodean la cintura de ella, la acerca. la abraza con sus piernas y su pene la frota. ella canta dulcemente mientras desliza la esponja en el pecho de él. y se deja sentir. hoy van a dormir juntos, pero ella mañana se va para probar si él la va a dejar ir.
martes, 14 de febrero de 2012
vegetal
Crucé en rojo y me despertó un bocinazo. Todo lo que no quería que pase, ahí estaba, en frente de mis ojos. Me colgué con el mensaje. Sabía que no él no lo hacía a propósito. Sin embargo algo adentro mío me hacía sentir una pelotuda. Una vez en la puerta de la casa de él, bajé del auto, cansada de manejar por dos horas. El abrió el con el bolso puesto. Como si fuera lo más normal del mundo, de vuelta a manejar.
Quizás no sea solo cuestión de tiempo, quizás esté destinada a no hacerme entender. También se me ocurre que hablamos idiomas distintos.
Ahora, no puedo hacer otra cosa que llorar, cada vez que pienso en todo lo que me dijiste.
Para lastimarse siempre hay tiempo. Eso dice un viejo refrán que explica claramente lo que pasa cuando dos personas se chocan, en este mundo.
lunes, 13 de febrero de 2012
Si pudiese contar en palabras la herida diría distancia. Empiezo a sentir el olor a otoño y lloro. Y cincuenta días antes me alejo de tu cuerpo para que no te toque de cerca mi herida. Tu silencio es oscuro y agudo. Busco caricias nuevas, y encuentro. Me someto a pensar que mejor aceptar la intuición de seguir camino. Aunque no la crea. Aunque me la impongan. Porque se que no es personal. Y odio no jugar hasta la ultima ficha. Pero ya somos grandes para apuestas. Mi promesa sigue viva. Y tu sonrisa me invade de a momentos. Tu idioma distinto al mío se me hacía tan amable. No me cierres la puerta con llave, porque cuando sueño seguro te paso a visitar.
domingo, 12 de febrero de 2012
jueves, 9 de febrero de 2012
Tu espíritu no se fue.
Papá, dame la mano. La vida del que transita el amor es corta. Mi hermano me canta al oído, me pide que guarde los pañuelos y agite las alas. Ganar el cielo es cosa de pocos. Las puertas de mi casa me llevan de un recuerdo a otro. El viento sopla fuerte pero no se lleva nada. Lo que esta grabado en la carne y no cicatriza, arde. Y la erupción de la herida en llanto, inunda mi cama. Voy a salir a buscarte en las primaveras del mundo.
miércoles, 1 de febrero de 2012
desvestirse
Empecé a empacar mentalmente. Especulé con los tiempos de armar cada caja, cada valija. Me senté en la punta de la cama, pensando en que sería lo único que me llevaría, aunque casi lo único que no podría llevar. Pensé en las necesidades que tendría en cada ciudad, y hurgué en los cajones para encontrar un cuaderno que me regaló él hace casi diez años. No estaba. Lo habría prestado seguramente. La lámina me la iba a llevar sin el vidrio, y los sombreros viajarían todos conmigo. La bolsa londinense la iba a usar para llevar las botas y los renglones escritos en el último tiempo los pensaba dejar para que no me aturdan. "Dejar de ser condescendiente". Eso estaba escrito en la pared frente a mi cama. Aunque abajo en letra minúscula decía "But be kind". Un largo camino por emprender, y en especial desprender. †
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