miércoles, 18 de mayo de 2011

Hace un par de meses que me levanto e improviso. Improviso que hacer de mi vida. Tiene sus ventajas, hay días que me sorprendo de la cantidad de cosas que ni me creía capaz de hacer, u otros en los que me arrepiento de cosas que no debería haber hecho. De todo modos, es extraño, es como experimentar, sin plan, tomando decisiones sobre la marcha, como si estuviese jugando un video juego, voy... ahí mismo encontrándome con el escenario, con los adversarios, aprendiendo con qué armas cuento y con cuáles no. Y de eso surgen los accidentes, y los errores, pero también los placeres y las grandes maravillas de la vida.

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