sábado, 24 de julio de 2010

para veinte

detuvo la marcha ante lo que sabia era inminente. dos cuadras antes se había preguntado por su inocencia. desde un lugar alejado de todo es aún mas simple pensarse. como si no lo fuera o debiera serlo. paró el motor, apagó las luces. la ruta solo se iluminaba por los faroles de las casitas a lo lejos. espero unos minutos. no lo iba a entender. mejor dejar que fluya.-

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