bardear... en los cuadernos. juntar papeles de colores.
-le voy a avisar yo...
la yerba ya no tiene gusto. reflexiones bastardeadas.
cosas que se sienten asi.
palindromes- y sabor a cereza.
me acuerdo lo que desprecio- pero me quita la memoria.
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. proyecto siglo veintiuno- cortar el sexo de los hombres, congelar la reproduccion y fabricar consoladores para el orgasmo. ya basta de amor descomprometido, desgarrador, insolitamente frustrante. ya no quiero ver los corazones femeninos colgados de los postes de luz, en calles empedradas, oscuras, mugrientas, chorreando sangre, como si fueran a ser comidos. el entierro de mi cronica de amor. la placa de bronce dice, nunca nadie me hizo perder la conciencia como vos, hasta convertirte en mi asesino-. Por eso hoy después de tanto llega la venganza, y cuelgo tu falo en la punta del obelisco. en asamblea convoco a las mujeres ( que todas muy bien entienden) y en una especie de culto a Dyonisos en la 9 de julio, alabamos el fin del dolor, delirio baquico. vino y sustancia por doquier para perder la noción de ser humano, de conocer el fin... la muerte indudable como única certeza. y es solo un instante de gloria. después veremos con que seguir.