martes, 20 de octubre de 2009

Creía que cada vez que te dabas vuelta me cerrabas tu mundo. Y entraba yo en la duda si los años que soñaba que iba a dormir con vos se cumplirían, se tambaleaban mis deseos, pero igual me quedaba callada. Vos respirabas profundo, y te enredabas en las sábanas haciendo ruido, como si me advirtieses de esa manera que estabas aún despierto intentando que yo dijese algo. Un vaivén de silencios, el sueño profundo, los rayitos entrando por la ventana, el abrazo que es cálido y contenedor en la mañana cuando la tormenta se fue para el sur.

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