jueves, 25 de diciembre de 2008

No hay un alma

Rojo y verde se mezclan con el azul del baño. Digamos que es muy
posible que no distinga las flores de su vestido. Pero se distinguir
que la bronca y los celos enredan su cuerpo, sin poder hacer como
que en realidad no estoy ahi.

Desde la puerta las figuras se unen y se separan de nuevo, alejandose
como todo cuerpo que no esconde la mentalidad snob de hoy. Dejando que
las palabras opaquen las formas, encuentro distancia y un escape feliz.

Vale no creer que lo que fue y se hizo ruinas permanecera intacto
como el alago y el desorden mental entre semana y que en su estructura
se enriquese la persona ideal.

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