lunes, 29 de diciembre de 2008

De pie, levanto mi ropa del suelo. El capricho de irme si no tengo lo que quiero. Te reís. Nunca amaste los caprichos de nadie como los míos. El dominio es tuyo llegando a la puerta, me miras con miedo, cuando hablas tanto de dos, me esquivas, buscás palabras que apacigüen tu discurso delator. Los ojos se me caen, y cualquier película nos queda bien. Mejor besar. El placer de darlo. Me aclaras de tu espera, te pido omitamos las explicaciones. Prefiero no despertar con vos para que no se nos vuelva cariño.

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