martes, 15 de abril de 2008

un viento fuerte

Se arrima, necesito que se apure. Me arden las llagas de la mano, de estar sujetada al respaldo de la cama, tratando de no volarme. El logro de la síntesis después de las tesis. El rejunte del espacio que es todo, que es distinto, que no es la postal. No es el chiche nuevo ni el cliché. Entre tu amarillo, no está la deficencia ni la inutilidad. Me avalanzo para llegar. No filtro. Tus ojos se agrandan ante los míos. Dejo de nombrarme y desaparezco. De repente, te pierdo. Te encerraron. Busco un par de zapatos a medida para caminar mejor. Dos horas callada. Ni te sientes. Las palabras al oído: encuadrar y enfocar es todo. Se hace la luz. No te caí del cielo. Un capítulo y medio al interés perdido por el mundo.

1 comentario:

ester dijo...

un suave látigo
una premonición
dibujan llagas en las manos
un dulce palpito
la clave intima se va cayendo de mis labios