domingo, 1 de abril de 2012

por amor, porque sí...

Estaba bastante oscuro salvo por el alumbrado de la calle. Mi botas hacían eco al caminar. El sobretodo negro, me tapaba hasta las rodillas, y sus detalles dorados espejaban luz. Me seguías de lejos hasta que me llamaste por mi nombre. Me pediste que pare la marcha y te fuiste acercando mientras te sonreias. Yo te miraba con ojos tristes. tan triste que me preguntaste que me pasaba. Mire hacia bajo, abrí la cartera, saqué un arma, y te dispare casi entrando en llanto. Justo en la cabeza te di. Y mientras caías al suelo desplomado, me desperté de mi cama y advertí que te había matado.

1 comentario:

Luciana dijo...

Grosa! ves de esto te hablaba!!!
que bien que me llevaste a excelente final.. Escribís muy lindo y esto es lo 1ro que leo..
Me encantó!!
Te sigo leyendo
bso
L