viernes, 13 de abril de 2012

Después de toda la charla. De la carga emocional. Después de darme cuenta el poder que tiene la mente, mi mente, de negar lo que no le conviene recordar. Después de semejante encuentro, anoche, pasé por la esquina de tu casa. La luz de tu cuarto apagada. El auto estacionado en la esquina. El supermercado con las persianas bajas. La pizería tenía dos o tres mesas ocupadas todavía. El bar de siempre cambio de nombre, y la plaza está bastante oscura. Cuantos días pase acá al lado tuyo. Haciendo el amor, cocinando, pintando. Cuantas noches tomando vino, y sintiendo que si el mundo se venía abajo a mi no me importaba. Como pasa el tiempo y las cicatrices reviven. Que lindo recordar que nos amamos...

1 comentario:

Lu dijo...

Piel de gallina! Puf.. Hermoso!