Me rompi la cabeza pensando en la forma. No se separa de su contenido.
Estaba todo dicho, pero soy tan terca que no lo podia asimilar.
La mirada ya no es ingenua. Cuento las monedas todos los dias, todavia no se multiplican.
El calor del hogar. Estoy pisando lejos de mi circuito, y no veo la manera de rockandrollear.
Me disgusto de leerte crecido, y fresco, y esperanzado, todo lo que no fuiste para mi.
Despertar boca abajo, los pies al techo, el cuerpo forzado a lo antinatural. Me arden las venas cuando me recorre la sangre caliente de energía veintiañera. Pero mis ojos no se despegan. El río, el río me llama, y lloro. Las vibraciones del silencio son el eco de lo que preciso. Un cuento pintado para que me duerma, para que no vuelva. -Porque no es dificil ser complicado, dejame tomarme un mate tranquilo!-
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