El torbellino de actividad ligada a una cama y a que por tu cabeza pasen mil cosas en sentidos opuestos porque ya no podes hacer lo mismo. No tenes cincuenta años. Y todos saltamos del barco, flirteamos con el sexo opuesto (no todos bueno!), nos alcoholizamos, nos drogamos, nos volvemos responsables, amamos, odiamos, pegamos gritos al viento, nos vamos de casa y volvemos a casa, y tiramos todo por la ventana, para salir corriendo a la vereda y entrar todo de nuevo. Hasta el punto donde la vida dice basta, acá te relajas, te sentas, bajas la velocidad, te aseguras de cual es la fuerza que aun te resta, y ahí te detenes...
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