Entre las cinco, estaba claro que la más involucrada era Isabel. No estoy segura que fuese por convicción. Creo que más bien era porque cuando se le metía algo en la cabeza, no paraba hasta conseguirlo.
Ese día fue un tanto extraño. Nos maquillamos, nos pusimos los tacones, había momentos en los que sentía que eramos cinco adolescentes con ganas de sentir un poco de adrenalina... pero ya con casi cuarenta años.
Era un evento importante en la embajada de Siria. Era mi primer evento, la primera vez que iba a ser partícipe desde que las había conocido. Cuando llegamos y empecé a ver las caras, las miradas, los deals, los enredos, cuando ví las cosas que pasaban en las espaldas de otros entendí que no me estaba metiendo en ningún juego de Heidi...