Antes eran de bronca, ahora de dolor;
Antes se escurrían a escondidas, se escapaban...
Ahora brotan incontenibles, en cada esquina, en cada espejo que refleja mi soledad.
¿Desde cuando soy así de sensible?
Desde siempre: dulces o saladas;
Tontas o sabias; torpes o sofisticadas.
En soledad o ante multitudes que me miran incrédulas, no alientan mi fragilidad.
Nada me aleja más de mi
que intentar acallar
esas ganas locas de ser, por fin, un río.