martes, 24 de julio de 2018

Mis lágrimas

Antes eran saladas, ahora dulces;
Antes eran de bronca, ahora de dolor;
Antes se escurrían a escondidas, se escapaban...
Ahora brotan incontenibles, en cada esquina, en cada espejo que refleja mi soledad.

¿Desde cuando soy así de sensible?
Desde siempre: dulces o saladas;
Tontas o sabias; torpes o sofisticadas.
En soledad o ante multitudes que me miran incrédulas, no alientan mi fragilidad.

Nada me aleja más de mi 
que intentar acallar 
esas ganas locas de ser, por fin, un río.


miércoles, 6 de junio de 2018

amor y arte


Era lo que esperaba:
que una lágrima hiciera eco

o simplemente dejara que la tomaran en sus manos y jugaran con ella. 
Por oposición.

Un espiral, el vacío, la angustia. 

Una tabla que no tiene sostén, pero permanece de pie.

Esa mañana 
que te despertó de la soledad.

Tinieblas que aclaran...

martes, 10 de abril de 2018

cola de mono

Todas las paredes tienen cosas tuyas. 

Rayas, gritos, lágrimas. 

Lágrimas sobre todo. 

Las fui atando, una a una, mientras me despedía de vos, en esa mañana de otoño. No me las quise llevar. Las dejé colgadas de las paredes, en esa casa de la que ya no tengo mucho recuerdo, pero con la que sueño hace días. Noches, bah; las noches son las más duras; más oscuras que los dias, claro. 

En esa casa pasé las tardes más lindas. Recuerdo las paredes, los cuadros, el tocadiscos. Las horas que pasabamos, vos con la guitarra y yo sentada en el cajón, intentando sacar algun ritmo y cantando (sobre todo cantando). 
Recuerdo también las peleas y los terremotos. No fueron muchas. Un par de vasos de whisky, uno o dos, pero no más. 

Hace dos noches que sueño. 

Pero ese no es ningún sueño americano; 
es uno bien argento, 
que me brota de adentro, 
como las lágrimas que te dediqué.

sábado, 24 de marzo de 2018

poema del querer

Quiero darte besos con la lengua.
Y que me desnudes despacio, 
poco a poco, 
tomándote tiempo para destapar cada parte de mi cuerpo.

Quiero que me mires la boca, 
el cuello, 
los lunares del pecho, 
el ombligo, 
los muslos. 
Que los mires sin tocarme, 
respirando la temperatura que mi cuerpo levanta cuando vos estás cerca.

Quiero que me mimes, 
que me adules, y me agarres fuerte.
Que me hagas gritar y reír, 
y a veces también llorar; 
y que después de algunas horas 
te despiertes 
y yo siga acurrucada contra vos. 

Quiero que entiendas, 
de una vez, 
que me haces temblar de placer 
y de miedo, también, 
porque yo ya entendí 
que soy tan vulnerable a vos.

Quiero mirar tus colores mientras dormís; 
darte besos en el cuello y en la espalda,
calentarme las manos para después poder acariciarte.

Quiero que me dejes abrazarte, 
y cuidarte, 
como si fueras mi arma favorita;
cómo si fueras, al mismo tiempo,
mi defensa y mi fantasía.

sábado, 24 de febrero de 2018

noches buenas


Soñando mi muerte

Temiendo el presente.

Soy lo que como, 
lo que pienso,
lo que deseo,
lo que temo,
lo que puedo,
lo que creo.

Vi como te transformabas en un desconocido, en mi hermano, en mi amiga, en mi padre, en mi amante y de nuevo, de repente, la nada.

No tengo más.

No pido más.

Destruyo ilusiones.

Fantaseo anhelos.

Me subleva. Ya no puedo.

Y todos los colores los llevo en mi mano izquierda, hechos polvo.