Corrían desaforadas y se reían, con la
inconsciencia de la edad. Eran las 6 y media de la mañana de un domingo. Y no sabían que hacían con sus vidas. Corrían por la vereda de una avenida por miedo a unas personas que las seguían a lo lejos. Corrían por miedo o por diversión, no losé.
Hasta el alma se llevaron esas corridas, y un peinado con hebillas y moños coloridos.
Cuando todo queda atrás, a lo lejos...
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