Me fui por unos cuantos dias al sur. Crei que alli iba a encontrar algo de paz. Un poco de inspiración, también, quizás. Algunas lineas que generaran algo, que generaran expectativas en mi, ya lo creo.
Volvi como me fui, cargada de nervios, inseguridades, desvelos. La mochila que llevo conmigo a todas partes, lo necesario para mantenerme en el avismo de la bipolaridad.
Durante todo el camino tuve ganas de abandonar el viaje, de volverme a mi comoda soledad. Decidi no hacerlo, decidi mostrarme segura de querer viajar, de querer compartirlo, de esperarte, de sostenerte. Ahora vuevo, no porque lo haya querido. O quizás si, quien sabe, siempre hay una provocacion, un llamado a alguna parte. Vuelvo a mi lugar,
y me resulta ajeno.
1 comentario:
y en cada historia ir rotando el rol.
¿Cuántas veces dije nunca más?
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