De pronto te diste cuenta que no tenés más secretos
Que venías corriendo embalada,
Aunque cansada y angustiada por la meta.
Podías llegar a pisar firme
Podías llegar a flotar
Y desmayaste, sin aire, con sudor por el cuerpo
Lanzaste todos los bichos de tu cabeza al aire.
Considera lo que te digo.
No te das permiso?
Lo siento!
No hay vuelta atrás
Clavaste la bandera y en voz alta
Casi gritando
Dijiste para que se escuche bien fuerte
Hasta acá llegué
Te sentaste como indio en el suelo
-No me corro de acá pero tampoco avanzo más
Ya escapaste muchas veces
Peor es una triste historia en soledad.
queda la hora de la tristeza
la bronca se evaporó,
aunque quedaron huellas de ella.-
1 comentario:
Desatar el incendio.
Aplaudir el desastre.
Trasladar,
sobre caucho,
apetitos de pústula.
Prostituir los crepúsculos.
Adorar los bulones
y los secos cerebros de nuez reblandecida...
Como si no existiera más que el sudor y el asco;
como si sólo ansiáramos nutrir con nuestra sangre
las raíces del odio;
como si ya no fuese bastante deprimente
saber que sólo somos un pálido excremento
del amor,
de la muerte.
"Hazaña"
de O. Girondo para mi querida.
M.-
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