antes de soñar con salir de esa habitación oscura, andrajosa pedante, malhumorada, llena de tensiones, me dediqué a sufrir por adelantado.
Lo que había ahí del otro lado de la puerta, esperandome (o no) quizas hasta sorprendiendose de mi desición sin vuelta atrás. -(o con vuelta pero no una vuelta feliz, de esas que aparecen a veces cuando razonamos.. creo que sería mejor si..) no.
¿que ocurriría si en ese mismo instante creuzaba la habitación y con un bochornoso paso de danza me incorporaba y decidía pasar al otro aldo, con la cabeza erguida y mi corazón en la mano?
decidida a que la tormenta es mejor que la nieve porque moja pero no congela me pedí un wishky en la barra. todos bailaban. mi codo encallado sobre la madera rugosa, había encontrado ya su posición fetal mientras mi mirada recorría el lugar buscandola.
habría llegado más tarde de lo habitual pero presentía que ya estaba allí. esa mujerque buscaba lo mismo que yo, hacía años, que había tironeado de mi manga hasta que la mirara y le dijera: que bella estas.
de por sí, su vestido amarillo realmente le iba bien. me vio, y el creuce de nuestras miradas hizo que el wishky chocara contra el vidrio del vaso salpicando mi mano.
lo deje sobre la barra mientras pensaba hasta cuando haríamos la misma rutina, cuanto más iba a poder soportar yo que mi mas amada, paseara como si nada y depositara en mi bolsillo toda la magia blanca de nuestras noches.
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