Si no me estoy riendo!
Revoleando la cabeza, lo pelos saludan al aire, como danzando para él. No sospechas nada. Y lo intuís todo. Revierto mi mirada ante tus actos, sos un puerco sin espín.
La ciudad come mi ojos, quiere que imagine lo lindo de vivir en ella.
Escucho el canto de las "locas" en la plaza, tratadas de psicópatas por amar a los suyos.
Mis manos no quieren retrasar el reloj. Mis pies no quieren caminar hacia adelante.
Vos que vivís dando vueltas, yo invento sets, y gente para olvidarme que yo misma actúo en la escena. Los gritos surgen desde la matriz, el dolor punza filoso. No me susurres más al oído.
La piedad no es mi amiga. Que llanto el del mundo que no encuentra la felicidad en el almuerzo del domingo. O en el día de volver a empezar.
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