Empecé un cuaderno nuevo. Acá quiero anotar mis sentimientos. El cuaderno tiene renglones. No es como ese anotador en el que escribía hace ya diez años. En ese anotador, de tapa negra, escribía poemas, dibujaba y componia canciones. Este cuaderno es distinto. Tiene espacio para realidad, no solo sueños. Incluso tiene en la tapa un arbol florido, bien primaveral. Como la estación que empecé a transitar con vos, ese día, cuando me preguntaste quien era yo. Nada de lo que podía contarte en ese entonces era real, pero ni yo lo sabía. En este cuaderno nuevo encuentro aire para transitar, incluso entre renglones, contenida, pero haciendo espacio para escurrirme en algunos lugares a los que nunca antes me había animado.
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